Los perros guía son animales muy especiales que con su ayuda, las personas con discapacidad visual pueden moverse con mayor seguridad y autonomía. Sin embargo, estos perros no nacen expertos en su trabajo, y es necesario llevar a cabo un entrenamiento que abarque tanto habilidades básicas como los comandos específicos para su trabajo como guía.
No todos los perros tienen la personalidad y habilidades necesarias para ser un perro guía exitoso. Los perros seleccionados para este trabajo deben mostrar un carácter calmado, estable y obediente, además de una buena disposición para su entrenamiento. Se recomienda adquirir perros especialmente entrenados para ese propósito.
Es esencial que el entrenamiento de un perro guía comience en la etapa de cachorro porque cualquier comportamiento negativo que se adopte durante este tiempo se convertirá en un obstáculo más tarde. Lo ideal es que el entrenamiento comience lo antes posible, pero se debe tener en cuenta que el proceso debe ser gradual y nunca forzado. El uso de castigos o golpes no está permitido en ningún momento.
La idea principal de esta parte del entrenamiento es que el perro se acostumbre a caminar junto a su dueño con una correa en diferentes situaciones. Por ejemplo, caminar en línea recta o girar. También se trabaja en la auto-disciplina del animal, asegurándose que está siempre enfocado en su trabajo y no distraído por cualquier estímulo externo.
Los perros guía están entrenados para seguir los comandos específicos que les indican qué hacer en diversas situaciones, por ejemplo, en la detección de obstáculos en un camino. Algunos de los comandos más comunes son "adelante", "izquierda" y "derecha". Los perros también deben aprender a tomar decisiones por sí mismos y responder a ciertas situaciones sin la necesidad de ser dirigidos.
Es importante que el perro guía pueda adaptarse a una variedad de situaciones y elementos externos. Para ello, será necesario que pueda interactuar con otros perros y personas en la calle, ya que una parte importante de su trabajo es llevar a su dueño a lugares de alta concurrencia sin que esto sea un problema para él.
El entrenamiento del perro guía no es tarea fácil, pero es sin duda uno de los procesos más valiosos que se pueden llevar a cabo. Un perro guía bien entrenado puede darle a una persona con discapacidad visual una vida muchísimo más cómoda y segura. El respeto y la paciencia son fundamentales para el éxito en este tipo de entrenamiento. Si se sigue adecuadamente todas estas instrucciones el perro guía te dará una satisfacción inolvidable.